FUTURO
Siempre me ha parecido inclemente, inhumano, pensar que todo se acaba y que no hay más allá. Que nos deshacemos en polvo y que la historia todo lo sepulta en las ruinas del pasado
Las ciencias básicas y las tecnologías aplicadas plantean profundos problemas éticos, sociales y ecológicos. Proponemos el principio de precaución como forma de evitar daños irreversibles, especialmente cuando se carece de certeza científica y predomine el afán de rentabilidad económica. El papel que desempeña la bioética en la ciencia y la tecnología es esencial para que estén al servicio de la humanidad. Las Ciencias de la Salud ayudan en la promoción del bienestar físico, mental y social de los seres humanos.
En este apartado, el blog de AGEA ofrece trabajos realizados por profesionales o profundos conocedores de las temáticas de referencia. Información de calidad en forma de estudios y artículos divulgativos, críticas literarias o crónicas de nuestras actividades y conferencias:
Siempre me ha parecido inclemente, inhumano, pensar que todo se acaba y que no hay más allá. Que nos deshacemos en polvo y que la historia todo lo sepulta en las ruinas del pasado
El hecho, en sí mismo considerado, es, como decía, prodigioso: el Dios que no se conforma con ver los toros desde la barrera –permítaseme este símil taurino-, sino que se abaja a la arena y se arriesga, desde la condición humana, a ser uno de nosotros, con todo lo que ello comporta de limitación, vulnerabilidad y mortalidad. Se pone a nuestro nivel, como un padre en cuclillas se abaja hasta su hijo, mirándole a los ojos, para darle confianza, paz, sosiego, después de un tropezón.
Hay un motivo de solidaridad que nos impulsa a proteger a nuestros familiares y amigos, así como a las demás personas con las que podemos relacionarnos. Esta solidaridad hace alusión también a la prudencia: no exponer innecesariamente a los demás ante un peligro que, aunque quizá no sea próximo o muy próximo, es real y relativamente cercano: tiene que ser ciertamente proporcional, lo que no siempre es fácil de advertir.
«La hipercomunicación digital y la conectividad ilimitada, no crea ninguna conexión, ningún mundo. Más bien aísla, acentúa la soledad», afirma Chul Han
Nuestra civilización está basada en el uso intensivo de la energía. Eso requiere de otras perspectivas y replantearse el modo de obtención de una energía barata y asequible.
Sin limitar la libertad de cada uno, hay que ser conscientes de que el riesgo de morir por la covid-19 es cincuenta mil veces superior que ponerse la vacuna
No hay que olvidar que la calidad de vida depende de las actitudes con que afrontamos los retos y las decepciones vitales; y si sabemos incorporarlas con sabiduría a nuestro modo de ser, sin sucumbir ante una vida frenética, ruidosa y estresada.
Si lo que de verdad interesa es la salud y la economía de este país, debe dejarse hacer, sin intervención política, a quienes saben y están en condiciones de aconsejar lo mejor. Luego, sobre eso, que venga la política. Pero no al revés. Primero va el burro, luego el carro.
Hemos constatado, y no nos duelen prendas, que, para salvar a los viejos, estamos haciendo el pino, dejándonos el 15 del PIB, llevando a la zozobra económica a millones de personas, etc. Y resulta que precisamente ahora vamos a aprobar una ley para aniquilar a los ancianos con todas las de la ley, nunca mejor dicho. Para este viaje no necesitamos alforjas
La ecología (‘oikos’ y ‘logos’: razón de la casa) y la economía (‘oikos’ y ‘nomos’: ley de la casa) son dos caras de una misma moneda. Se podrían definir como la ordenación de los medios a los fines de la persona, a fin de tener una vida lograda, una vida buena.