LA QUE SE AVECINA
Hay que tomarse en serio las recomendaciones básicas y no jugar a hacerse el machote ni tontear con el tema: especialmente los jóvenes han de tener un gran sentido de responsabilidad
Las ciencias básicas y las tecnologías aplicadas plantean profundos problemas éticos, sociales y ecológicos. Proponemos el principio de precaución como forma de evitar daños irreversibles, especialmente cuando se carece de certeza científica y predomine el afán de rentabilidad económica. El papel que desempeña la bioética en la ciencia y la tecnología es esencial para que estén al servicio de la humanidad. Las Ciencias de la Salud ayudan en la promoción del bienestar físico, mental y social de los seres humanos.
En este apartado, el blog de AGEA ofrece trabajos realizados por profesionales o profundos conocedores de las temáticas de referencia. Información de calidad en forma de estudios y artículos divulgativos, críticas literarias o crónicas de nuestras actividades y conferencias:
Hay que tomarse en serio las recomendaciones básicas y no jugar a hacerse el machote ni tontear con el tema: especialmente los jóvenes han de tener un gran sentido de responsabilidad
Hay que tomarse en serio las recomendaciones básicas y no jugar a hacerse el machote ni tontear con el tema: especialmente los jóvenes han de tener un gran sentido de responsabilidad
Uno no puede ser referente de sí mismo, ser autorreferencial. Si lo fuera, se constituiría en irrelevante. Cuando alguien se pone de ejemplo de algo en eso mismo se hace irrelevante. Dime de qué presumes y te diré de qué careces, dice el refrán castellano.
Ante la desazón que produce la incertidumbre, hay que mantener la serenidad. De este mundo no saldremos vivos, pero antes hay que hacer el máximo bien: y ahora lo que toca es proteger y protegerse, cuidando la propia vida y la de los más vulnerables, con las oportunas medidas higiénicas que ya conocemos, para evitar rebrotes del COVID-19. Portarnos bien es lo que nos humaniza.
Muchos hemos perdido en esta pandemia a amigos y familiares. Y no hemos podido despedirlos: se fueron solos, quizá acompañados por un ángel de la guarda, una enfermera, una auxiliar, un sacerdote, que mano con mano les acariciaban con los guantes de latex mientras exhalaba el último suspiro
La infección controlada y voluntaria de la población de 18 a 30 años con dosis mínimas ayudaría contener la pandemia y a obtener plasma con el que salvar muchas vidas
Ante la confusión que muestran unos y otros, con todas las premuras a veces angustiosas, hay que ser prudentes
Algunos consejos sobre cómo conviene que sea nuestra vida el día siguiente del confinamiento,
El dolor es el último recurso de Dios para hacernos verdaderamente humanos, es decir, buenos y sabios
De lo hondo de esa congoja, del abismo del sentimiento de nuestra mortalidad, se sale a luz de otro cielo, como de lo hondo del infierno salió el Dante a volver a ver las estrellas: e quindi uscimmo a riveder le stelle