AMISTAD
Decían los antiguos que idem velle, idem nolle, querer lo mismo y rechazar lo mismo, es lo reconocido como el contenido de la amistad y del cariño: hacerse semejante al otro, que lleva a un pensar y querer comunes
El ser humano es un ser religioso porque pregunta. La filosofía enfoca una gran variedad de cuestiones existenciales. El conocimiento, la verdad, la moral, la fe, la felicidad, la libertad, la ética, el sentido de la vida, el sufrimiento y la muerte es el ámbito por antonomasia de lo auténticamente personal.
Contamos con filósofos y teólogos que han dedicado su vida a las grandes preguntas que todos nos hacemos. La lectura de sus estudios y artículos, los libros que desmenuzan o las conclusiones de sus conferencias son una orientación fundamentada para todos los públicos. Tenemos al alcance una posibilidad de preguntar, aprender y debatir:
Decían los antiguos que idem velle, idem nolle, querer lo mismo y rechazar lo mismo, es lo reconocido como el contenido de la amistad y del cariño: hacerse semejante al otro, que lleva a un pensar y querer comunes
como afirma Fabrice Hadjadj, en ‘Puesto que todo está en vías de destrucción’, «el sufrimiento y la muerte, no la ingratitud y la injusticia, son percibidos como los peores males, porque el bien se ha reducido al bienestar, el consuelo a la comodidad y la salvación a la salud». Y claro es que con estos mimbres pocos cestos se hacen.
Lo inesperado no se ha de resolver en desesperado, sino en esperanza
Uno no puede ser referente de sí mismo, ser autorreferencial. Si lo fuera, se constituiría en irrelevante. Cuando alguien se pone de ejemplo de algo en eso mismo se hace irrelevante. Dime de qué presumes y te diré de qué careces, dice el refrán castellano.
Hay una relación directa entre la destrucción del medio ambiente y la ruina moral y material de no pocas personas
Uno no puede ser referente de sí mismo, ser autorreferencial. Si lo fuera, se constituiría en irrelevante. Cuando alguien se pone de ejemplo de algo en eso mismo se hace irrelevante. Dime de qué presumes y te diré de qué careces, dice el refrán castellano.
Una pierna biónica no hará sentirme más feliz que mi propia pierna, aunque me haga correr una maratón rompiendo todas las marcas. Y, desde luego, no me hará mejor persona. Contemplar una puesta de sol es una delicia, pero no es lo mismo ver esa imagen en un lienzo del pintor valenciano Antonio Muñoz Degrain, por muy preciosista y colorista que sea: lo uno no disminuye lo otro, sino que lo realza.
Somos nosotros los que aprendemos de la naturaleza, no ella de nosotros
Por eso, si cancelamos de nuestra vida la apertura al más allá, y solo nos quedamos con el más acá, toda nuestra aspiración se reduce a que esta vida perdure lo máximo posible y con la mayor abundancia de bienes que podamos acarrear
Por esas abigarradas páginas, como un través, atraviesan los grandes dilemas que nos hacen grandes o minúsculos. Por su pluma discurre, por orden de aparición, lo originario que es lo principiar, lo que nos hace humanos: el hogar, la ciudadanía, la amistad, la globalización, la presencia como libertad, la sexualidad como donación y generación, la riqueza de tenerse a sí mismo, el trabajo como culminación de un exceso de ser, y el cuidado del mundo que está en nuestras manos.