LE FRANCE
Un verso de Eliot nos sitúa en el hoy: “un momento de flaqueza, un desaliento que nos hace capitular, nos despoja en un instante de lo que costó siglos conquistar y que tardará siglos en recuperarse”.
Un verso de Eliot nos sitúa en el hoy: “un momento de flaqueza, un desaliento que nos hace capitular, nos despoja en un instante de lo que costó siglos conquistar y que tardará siglos en recuperarse”.
Una sociedad que desconoce el perdón está enferma y es propensa a la violencia. Se encuentra abigarrada de intereses cruzados, contrarios y entremezclados, en los que el más fuerte es dominante. Si además, culturalmente no entiende la gratuidad, está abocada a la cancelación.
Hay un motivo de solidaridad que nos impulsa a proteger a nuestros familiares y amigos, así como a las demás personas con las que podemos relacionarnos. Esta solidaridad hace alusión también a la prudencia: no exponer innecesariamente a los demás ante un peligro que, aunque quizá no sea próximo o muy próximo, es real y relativamente cercano: tiene que ser ciertamente proporcional, lo que no siempre es fácil de advertir.
Nuestra vulnerabilidad nos hará más sencillo asumir el paradigma de la confianza y conceder relevancia a lo que realmente importa