NATURAL Y NATURALIDAD

La posmodernidad, en cierta medida, es la negación de la naturalidad. Lo extraordinario pide ser no sólo aceptado, sino normalizado, naturalizado y hasta legislado. En la posmodernidad, en el mundo del ‘superyo’, la naturalidad consiste en ajustar y desnaturalizar la realidad a mi gusto, con abstracción absoluta de lo que las cosas sean. Bajo una apariencia de libertad y normalización de la diversidad, lo que aparece es el dogma de la negación.

CHARLATÁN

Quizá por eso, y por cierta coherencia de la que aún disponemos, muchos simplemente se juntan, no vaya a ser que luego, por cosas de la vida, se descoyunten. Pero entonces, nada tiene perdurabilidad, salvo, como nos da a entender Samaniego, la muerte. Lo dicho, el rey el burro o yo, ¿estaremos aquí dentro de diez años? Entonces, podemos seguir nuestra charlatanería.

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