BUENISMO
Con la que ha caído, nunca mejor dicho, es hora de poner el arreglo definitivo, para que una riada, como la del pasado 29 de octubre, no vuelva a suceder. Con o sin cambio climático.
Con la que ha caído, nunca mejor dicho, es hora de poner el arreglo definitivo, para que una riada, como la del pasado 29 de octubre, no vuelva a suceder. Con o sin cambio climático.
Somos un pueblo, un gran pueblo, que, ante la desgracia, nos unimos fuertemente, nos ayudamos, nos solidarizamos sobre todo con el dolor inmenso de los que han perdido a un ser querido
A lo que iba, no es tan raro lo que sucede, si es que lo que sucede es raro. ¿Qué va a ser? ¿Llueve o no? El régimen de lluvias del Mediterráneo es irregular; y los factores que influyen son imponderables: nos enfrentamos a un fenómeno caótico y errático
Pero, tal y como está la cosa, no es una teoría infalible: es más, los modelos matemáticos que se emplean para predecir el clima a años vista son imprecisos, y van desde los que indican que no sucederá nada especial por aumentar el CO2, hasta los que denuncian que aumentará 5º C la temperatura global, y las consecuencias serán apocalípticas. Lo curioso es que muchos modelos matemáticos han predicho una cosa y luego ha sucedido otra: en tales circunstancias, se modifican para que concuerden con el pasado, pero no hay ningún modo de ajustarlo a lo por venir porque si se diera, al que lo hiciera, le otorgarían de inmediato el premio Nobel de Física.
Hace años se abandonó cualquier política de ayuda entre cuencas hidrográficas. Se olvida que contribuye sentirse respaldados frente a la adversidad. Se hizo mal usándola como arma política arrojadiza
Hay que transitar del modelo actual en el que la mayor parte de la energía la obtenemos del carbón, petróleo y gas natural, a otro modelo descarbonizado. Y esto, no se hace deprisa y corriendo, por mucho que se quiera
El papa Francisco considera que el trasfondo último es cuidar de los que nos rodean, las personas, ya que, según la visión cristiana, son nuestros hermana/os; y todos hemos de custodiar de la Creación, siguiendo el mandato original del Génesis (2, 15), pues formamos parte de ella: si destruimos el planeta no hay humanidad
El progreso existirá, sin duda, pero confinado a los ciudadanos pudientes. El resto se tendrá que conformar con lo puesto
Una ciudad bonita, y Valencia lo es, hay que cuidarla, porque supone una inversión que revierte en todos: los que la habitamos y los que la visitan
No vamos a ser tan ilusos como para pensar en la abolición; pero sí lo suficientemente realistas como para hacer que los daños sean limitados; y no dejar que haya hipermegaincendios que arrasen con todo lo que encuentran por delante. No es mucho lo que hay que gastar, pero sí lo necesario para que nuestro medioambiente no se vaya deteriorando a marchas forzadas.