EN LA FRAGILIDAD
La paciencia es dar tiempo a los demás. Las personas, como el buen vino, encerrado en barrica, maduramos poco a poco. Tampoco uno es perfecto; y los demás han de “soportar” nuestros defectos
La paciencia es dar tiempo a los demás. Las personas, como el buen vino, encerrado en barrica, maduramos poco a poco. Tampoco uno es perfecto; y los demás han de “soportar” nuestros defectos
Hemos constatado, y no nos duelen prendas, que, para salvar a los viejos, estamos haciendo el pino, dejándonos el 15 del PIB, llevando a la zozobra económica a millones de personas, etc. Y resulta que precisamente ahora vamos a aprobar una ley para aniquilar a los ancianos con todas las de la ley, nunca mejor dicho. Para este viaje no necesitamos alforjas