DESOLACIÓN INCENDIARIA
hay algo insistente y persistente, al que no prestamos atención ni ponemos remedio. Me refiero a la desolación que nos asola de los incendios forestales. Porque tal y como está planteado no tiene solución. Nuestros montes están destinados a regenerarse periódicamente a través del fuego: en la naturaleza asilvestrada y montaraz es la ley; y las plantas están preparadas con altos contenidos en polialcoholes, fenoles, resinas y gomas, aceites esenciales, etc., par arder y regenerar el ciclo de la vida.