DELIRAR
Y entonces, la realidad, como relato, es maleable para el que delira, que re(de)forma continuamente la narrativa, como revela George Orwell en su novela distópica 1984: el poder tiránico rehace y desface una y otra vez la historia, porque “quien controla el pasado se hace con el futuro; y el que domina el presente, controla el pasado”, eslogan del comandante en jefe. Orwell desentrampa este ardid, pues lo que ahora es verdad ha sido verdad siempre y lo seguirá siendo.