INCERTIDUMBRE
Ante la desazón que produce la incertidumbre, hay que mantener la serenidad. De este mundo no saldremos vivos, pero antes hay que hacer el máximo bien: y ahora lo que toca es proteger y protegerse, cuidando la propia vida y la de los más vulnerables, con las oportunas medidas higiénicas que ya conocemos, para evitar rebrotes del COVID-19. Portarnos bien es lo que nos humaniza.